Con mentiras, enganchadores atraen a campesinos indígenas de Guerrero
El 27 de diciembre se llevaron de Tlapa a trabajadores a Sonora a trabajar para Agrofresa, les pintaron todo bonito; hospedaje, comida, ropa, pero ya llegando les empezaron a decir que ellos no se pueden regresar, si no les gusta el trabajo deberán pagar 2 mil 500 del autobús que los llevó para allá.
Según testimonio entregado a La Dekonstrucción, los jornaleros son hacinados en casitas donde viven de 8 a 10 trabajadores en un espacio muy reducido en catres con chinches.
“Un compañero se enfermo de una infección de la garganta no pudo conseguir medicamentos no lo dejaron salir, solo le dieron ibuprofeno pero no se le curó la garganta así lo tenían trabajando”.
Según la información no hay pago por semana ni por quincena sino hasta el término del contrato dentro de cuatro meses, trabajando de lunes a domingo, no hay descanso aunque se sientan mal.
A los que logran ganar de 300 a 400 de les descuentan 50 pesos. Lo único que les dan de comer son lentejas o frijoles.
Hay maltrato, no es lo que prometen los que se dedican a juntar a las personas. Queremos que no engañen, solo los llevan a sufrir. No hay trato digno. No pueden salir del rancho. Están como presos, privados de su libertad, replicó la persona que anónimamente decidió dar el testimonio.
Les cuentan que allá les darán todo y los convencen pero solo son engaños. Los enganchan y ya llegando la historia cambia. No hacen préstamos. Algunos se fueron sin dinero. Además de qué hay personas que no hablan bien el español
Muchas personas que llegan a Sonora no se adaptan, no llevan suficiente dinero los familiares deben enviarles dos mil 500 para que los dejen salir de allí. Muchos van de Guerrero o Puebla. No hay médico ni botiquín de primeros auxilios.