Manuel Hernández
La libre determinación de los pueblos es una exigencia histórica, sabemos bien que con la reforma del 2001 en el artículo segundo de la Constitución mexicana se reconoce a los pueblos indígenas, pero a medias, en algunos estados adecuaron sus constituciones locales a la federal y en otras no, como es el caso de Guerrero, por eso como parte de la nación Ñuu Savi, considero que ya es muy necesario y ya es hora de saldar la deuda histórica con los pueblos nativos de Guerrero, La autonomía y la autodeterminación debe darse en un marco constitucional, que garantice y reconozca el derecho de los pueblos a ejercer plenamente la libre determinación, sin la imposición del estado con su visión occidental, no más colonización interna ni externa.
Los pueblos desde siempre han ejercido practicas diferentes de convivencia, muchas veces mezcladas con la vida nacional, pero ahí están eso que los intelectuales les gusta llamar usos y costumbres o mejor dicho sistemas normativos propios de los pueblos, aquí es donde empieza lo importante ¿para qué luchan por el reconocimiento? Muy fácil, para no ser más criminalizados en su propia tierra, para decidir sus formas internas de convivencia y organización social, económica, política, territorial y cultural, también para aplicar sus sistemas normativos para la sana convivencia y la regulación de la vida interna de las comunidades, así mismo elegir sus autoridades bajo sus métodos tradicionales, también para la aplicación de justicia.
Los procesos de resistencia y libre determinación a nivel nacional se dan acorde a las necesidades y demandas de cada pueblo, Muchas veces la autodeterminación no necesariamente es separarse de un municipio sino al realizar fiestas, reuniones o la elección de un comisario o delegado municipal, se respete la decisión de la máxima autoridad que es la asamblea.
En las comunidades la asamblea es el parlamento o el espacio de toma de decisiones, en donde todos y todas participan y se llega a consensos, una práctica democrática de los pueblos indígenas para el mundo.
Para el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas hay ejemplos como es el caso del estado de Oaxaca, donde casi el 90 por ciento de las comunidades se rigen bajo sus propios sistemas normativos. Está el municipio de Cheran en el estado de Michoacán, también tenemos el caso vivo y real en Guerrero en Ayutla de los Libres, estos ejemplos siguieron procesos legales dentro del estado.
Están también los municipios autónomos del EZLN en Chiapas que no necesitaron pedir permiso ni seguir rutas legales, “si no te reconocen tus derechos tómalos, esta fue la consigna.
¿Por qué lo hicieron? Porque ni la clase política ni el estado mexicano fueron capaces de garantizarles sus demandas y sus derechos, la traición se consumó y detrás de esa traición han venido otras, esperemos y en Guerrero esta historia de desprecio y traición a los pueblos indígenas y afromexicanos no se repita porque de ser así los discursos de que quieren bienestar para los pueblos solo quedará en eso.
Saben bien que nada se nos han regalado como pueblos indígenas, todo lo que los pueblos han logrado ya sea reconocimiento o detener el extractivismo en todo su ámbito ha sido a través de la organización y movilización; para el reconocimiento pleno, esta no será la excepción.
En Guerrero varios compañeros y compañeras conforman el Comité técnico comunitario de seguimiento a la reforma de la constitución local de Guerrero para la INICIATIVA DE LEY SOBRE LOS DERECHOS Y CULTURA DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS O INDÍGENAS Y AFROMEXICANOS.
Desde sus trincheras han presionado y otros se han sumado para que se apruebe esta iniciativa, cabe recordar se ha venido construyendo durante años, más bien en el 2019 se afinó y la fracción de Morena en el Congreso la hizo suya pero no olvidemos que esta propuesta viene del pueblo y para el pueblo.
Es momento de no quedarnos callados y exigir que los diputados locales de Guerrero que sesionen, analicen y aprueben esta iniciativa, sin acuerdos al oscurito, ni jaloneos, ni negociaciones políticas, porque no somos sus títeres, ni somos mercancía para que negocien por nosotros, véanos como lo que somos, personas vivas, que vivimos en nuestro territorio, que somos los herederos de culturas milenarias que se resisten a morir, somos la diversidad que florece desde nuestros espacios