Fotoreportaje de Carlos Maruri

La empresa logró librar la crisis sin despedir a las y los trabajadores. Foto: Carlos Maruri

La Paz, Estado de México. Existe una fábrica mexicana de ataúdes que tras estar cerca de quebrar por la baja extrema en sus ventas, decidieron innovaron la producción de féretros, creando los ataúdes COV que son herméticos cien por ciento y cumplen con disposiciones higiénicas internacionales, lo cual permite velar el cuerpo de una persona que murió por Covid-19 (aunque la actual disposición sanitaria indica que no sea en un lapso no mayor a cuatro horas) y poder sepultarle, si así lo desean sus familiares que rechazan la incineración recomendada.

Foto: Carlos Maruri

Ante las restricciones sanitarias para la velación e inhumación de cuerpos derivadas del riesgo de contagios por el virus Covid-19, la empresa Platinum Casket Company asegura que las nuevas cajas tiene un costo accesible pero quien pone el precio final son las funerarias.

Eduardo López Ignacio representante de la empresa, indicó que el féretro COV es un ataúd que nadie lo fabrica en el país como ellos. Están hechos de una sola pieza, por dentro todo está soldado y a la cápsula metálica adicionalmente se le sella con tres capas de polietileno; esto garantiza la fuga de líquidos, vapores y propiamente el virus, afirma.

Foto: Carlos Maruri

López Ignacio aseguró que han hecho pruebas de resistencia de líquidos y filtraciones al ataúd que lleva tres capas de polietileno pegados al casco y tiene una goma de sellado y que han comprobado que no emanan nada al exterior, ni siquiera vapores.

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Aunque no existe una certificación formal del ataúd, López Ignacio responde que llevan una década fabricando ataúdes con estándar internacional.

Son cerca de 30 empleados quienes se encargan de llevar a cabo los detalles de pintura y tapizado de cada pieza, la cual se almacena para su venta, llegando a fabricar un máximo de 300 ataúdes Covid-19 al día.

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