Saraí Banda Martínez
Invito a la ciudadanía a no quitar la mira de las próximas sesiones de nuestro Congreso local y de las acciones de nuestra primera gobernadora.
El 11 de octubre del presente año se conmemoró el Día Internacional de la Niña, fecha que tiene como fin el reconocer a las niñas como sujetas de derecho y la búsqueda a su empoderamiento en los ámbitos que ellas decidan, que van desde los académicos hasta los sociales o políticos.
Resulta curioso que, en vísperas de dicho día, los titulares noticiosos en México, pero específicamente de Guerrero, hayan sido en torno a una problemática que no es nueva, pero resulta sorprendente para los ojos de quienes viven en una realidad idealizada en la cual el acceso universal a los Derechos Humanos (DDHH en adelante) está al alcance de todas y todos, donde quizá la siguiente problemática no tiene lugar; hablamos de la venta de niñas con fines de matrimonio forzado en la región Montaña de Guerrero.
Los señalamientos sobre el tema no se han hecho esperar y coinciden también con la entrada de la nueva titular del poder ejecutivo del estado, la Maestra Evelyn Cecia Salgado Pineda; y con la visita del presidente, Andrés Manuel López Obrador a la Montaña.
Dichos señalamientos han sido variados, tenemos a quienes ya había retomado el problema y hoy suman adeptos a una causa justa, hasta aquellos que hoy se cuelgan de la problemática para seguir en el juego político que apunta a las elecciones de 2024, llegando al punto de criminalizar a los pueblos indígenas de la región y a los ejecutivos, olvidando el eje central del problema: ¿Por qué no se están garantizando los DDHH de las niñas y mujeres de la Montaña de Guerrero, víctimas de matrimonio forzado?
Lejos de la especulación pública por parte de medios de comunicación y diversos actores políticos enfrascados en sus colores e ideologías, resulta interesante que un tema que lleva décadas golpeando a niñas y mujeres en la región, al fin tenga un lugar en la agenda nacional, lo cual podemos constatar en el ejercicio legislativo que se llevó a cabo el día 26 de octubre del año en curso en la Cámara de Senadores y en el Congreso Local del Estado de Guerrero, para los fines del presente texto haremos énfasis en el ejercicio legislativo local.
La nueva legislatura en Guerrero se ha anunciado como histórica, pues es la primera en el Estado donde se garantiza la paridad total entre el número de legisladoras y legisladores, lo cual desde la perspectiva ciudadana y apuntando hacia las mujeres nos hace esperar iniciativas en torno a los derechos que durante años hemos esperado las Guerrerenses. El día de hoy no fue la excepción, pues tuvo lugar el posicionamiento de tres diputadas en relación a temas relativos al acceso a una vida libre de violencia y en torno a la problemática ya citada, el matrimonio forzado.
El primer posicionamiento fue por parte de la diputada local Leticia Mosso Hernández de la bancada del Partido del Trabajo, la cual propuso un acuerdo parlamentario para condenar los hechos ocurridos en la localidad indígena de Dos Ríos, ubicada en el municipio de Cochoapa El Grande de la Región Montaña del Estado.
Dicho acuerdo exhorta a la Secretaría de Gobernación Federal, a la Secretaría General del Estado y a los distintos ayuntamientos de la entidad a llevar a cabo acciones concretas para prevenir, erradicar y sancionar la práctica ilegal de trata de niñas y adolescentes con fines de matrimonio forzado o explotación laboral; el acuerdo parlamentario fue aprobado por unanimidad en votación económica.
Posteriormente, tuvo lugar el posicionamiento de la diputada local Susana Paola Juárez Jiménez, de la bancada del Partido de la Revolución Democrática; en su intervención apuntó sobre algunas definiciones en torno al matrimonio forzado y posicionamientos internacionales respecto al tema, a raíz de ello propuso una iniciativa con proyecto de decreto por el que se adicionan y reforman diversos artículos del Código Penal para el Estado Libre y Soberano de Guerrero, con el fin de sancionar a quienes celebren o lleven a cabo matrimonios forzados sin que haga efecto el argumento de usos y costumbres; así mismo, mencionó que el legislar no es suficiente pues la práctica se sigue llevando a cabo, por lo cual es importante seguir emprendiendo acciones por aquellas que hoy ya viven en condiciones de matrimonio forzado.
Por último, fue el turno de la diputada María Flores Maldonado de la bancada de Morena, quien hizo un llamado a las dependencias correspondientes para realizar un diagnóstico sobre el Centro de Justicia para Mujeres de la Región Montaña, mismo que desde enero de 2020 suspendió sus funciones ante la falta de personal y recursos; apuntó que es necesario crear espacios reales y seguros alejados de la simulación, pues solo así se puede garantizar el acceso a la justicia y una vida libre de violencia para las mujeres de la Montaña de Guerrero.
Los tres posicionamientos fueron aprobados, debemos apuntar que estos se llevaron a cabo en la segunda sesión ordinaria, lo cual es esperanzador y prometedor no sólo para las mujeres de la región Montaña, sino también para todas las mujeres Guerrerenses, pues va contra aquel dicho de que las legislaturas paritarias no garantizan que se legisle en pro de las mujeres, hoy en el Congreso del Estado de Guerrero podrían estarse sentando los precedentes para la consecución de derechos para las mujeres que habitamos el sureste mexicano.
El tema del matrimonio forzado como previamente se mencionó no es una problemática nueva, tiene décadas ocurriendo, discutir sus orígenes o causas nos llevaría más tiempo y no alcanzaría para las cuartillas que en este reportaje se escriben, sin embargo, hay que destacar que la toma de la voz en tribuna haya sido por parte de tres mujeres que indistintamente del partido, color o ideología que las ocupa hoy se unen en un unísono para reclamar aquellos derechos que no son una realidad en nuestra región, así mismo llama la atención que las tres diputadas sean parte de partidos políticos que se auto adscriben de izquierda. Ante ello, me permito apuntar las siguientes cuestiones: ¿será ésta una legislatura por y para las mujeres?, ¿los posicionamientos realizados en la sesión nos marcan el inicio de una izquierda en Guerrero dirigida en esta ocasión por mujeres en la búsqueda de la consecución de DDHH para nosotras?; para poder dar respuesta a dichas preguntas, invito a la ciudadanía a no quitar la mira de las próximas sesiones de nuestro Congreso local y de las acciones de nuestra primera gobernadora.