Perfiles
Rocío Alonso Reyes es una mujer indígena ambientalista originaria de Cuatecotzingo, Cualac, asumió la diputación del Distrito 27 en suplencia de la arquitecta Erika Valencia Cardona, quien pidió licencia al Congreso.
En entrevista telefónica, Alonso Reyes relató a La Dekonstrucción que al principio fue un poco raro llegar al recinto parlamentario, “soy campesina, no tengo ropa cara, algunas personas me dijeron que comprara ropa cara pero no lo haré, en el pueblo y en el distrito me conocen, soy una mujer sencilla que lo seguirá siendo, lo que sí haré es adaptarme al trabajo legislativo, entramos a trabajar, dijo.
La legisladora señaló que en su comunidad indígena se rigen por usos y costumbres aunque son muy pocas personas las que hablan la lengua náhuatl. En cuanto a su llegada por Morena, recordó que ha trabajado durante varios años y en 2018 celebraron la victoria del presidente Obrador así como haber ganado el distrito local donde vive, acotó que no se imaginó que fuera elegida por su compañera Erika, pero que se siente orgullosa de ser una mujer que les gusta la tierra y le tienen amor a la naturaleza y a la vida, queremos desde abajo cambiar el pensamiento, mover las conciencias, afirmó.
En sesión ordinaria reciente, lanzó la iniciativa que prohíba más precisamente la caza ilegal, no quiere que los animales del bosque sean casados, ni venaditos, ni zorros, “que se les respete y allí entra el Congreso para ponerles un alto a los cazadores furtivos”, ratificó, además adelantó que está en marcha una propuesta de iniciativa para reglamentar la presencia de guardias forestales.

La iniciativa de reforma a la Ley de Reconocimiento, Derechos y Cultura de los Pueblos y Comunidades Indígenas, busca cambiar el término de “caza inmoderada” por el de “caza ilegal”, con el fin de evitar esta práctica y preservar el medio ambiente, los recursos naturales, la flora y la fauna silvestres de las comunidades.
En su exposición de motivos, la diputada externó que la caza de animales es una actividad que afecta el ecosistema y su cadena alimentaria, alterando el equilibrio ecológico.
Agregó que la cacería o acto de privar de la vida a los animales salvajes se ha visto como un deporte, luciendo como trofeo o para el comercio negro de seres vivos, acciones que deben ser prohibidas.
Rocío Alonso dijo que, además, la cacería ha llevado al riesgo de extinción a muchas especies de animales, situación que debe ser atendida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y demás instancias involucradas, tanto estatales como federales.
Consideró que, como parte de la atención al problema a nivel local, es imprescindible modificar la Ley mencionada para establecer la participación de los pueblos indígenas y comunidades afromexicanas, con el propósito de implementar programas técnicos apropiados que tiendan a renovar y conservar el medio ambiente, preservando los recursos naturales, flora y fauna silvestres de los pueblos y comunidades.
Abundó que dichos programas incluirán acciones de inspección y vigilancia, con el propósito de evitar la caza inmoderada y el saqueo de la fauna silvestre, así como la explotación irracional de los recursos naturales, respaldadas bajo ordenamientos jurídicos que garanticen la inexistencia de lagunas legales que contribuyan a la caza furtiva.
Esta iniciativa fue turnada a la Comisión de Asuntos Indígenas y Afromexicanos para su análisis y emisión del dictamen correspondiente