La publicación de un artículo en la Universidad de Oxford expuso esta vía de transmisión, la cual 239 científicos de 39 países apoyan
Diego López Farfán
El pasado jueves 9 julio, la Organización Mundial de la Salud modificó el expediente científico en el que especifican las formas de propagación del virus. Después de 3 meses sin actualizarlo, incluyó la transmisión aerotransportada dentro del parámetro de contagio.
Dos días antes del cambio en el expediente, durante una conferencia de prensa, integrantes de la OMS resaltaron la interacción que han tenido con algunos científicos que se involucraron y exhortaron a la Organización a aceptar la aerotransportación como una manera de infectarse. Ya que en meses anteriores, el organismo con sede en Ginebra, Suiza, había negado que sucediera.
“Reconocemos que hay evidencia emergente en este campo […] Y por lo tanto creemos que tenemos que estar abiertos a la misma y a entender las implicaciones de los modos de transmisión y las precauciones que deben ser tomadas”, recalcó la Profesora Benedetta Allegranzi, una de las líderes técnicas de la organización.
Este modo consiste en la emisión de un agente infeccioso causado por la diseminación de partículas que quedan suspendidas en el aire a lo largo de una distancia y tiempo. Aunque dicho modo es más común durante procedimientos médicos, la Dra. Maria Van Kerkhove, otra líder técnica, recomienda tomar las medidas adecuadas en todos lados, como lo son el distanciamiento social y el uso de cubrebocas.
Aun se sigue investigando cuales son las condiciones de propagación en otros ambientes tales como espacios cerrados con poca ventilación. Aunada a esta aseveración, el organismo, en colaboración con la comunidad científica, sigue trabajando para obtener más evidencia de esto.