ECMIA, red de mujeres indígenas de 23 países, lanza recomendaciones e informe regional frente al COVID-19.

El Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA), red integrada por más de treinta organizaciones indígenas de mujeres y mixtas en veintitrés países, en el contexto del COVID-19 y subsecuente pandemia mundial, lanzaron un informe regional en el cual señalan las formas en que las comunidades indígenas se han protegido contra la pandemia pero también las deficiencias del Estado pra garantizar el acceso a la salud de los pueblos, además de emitir una serie de recomendaciones.

El informe apunta que las comunidades indígenas de las Américas en el marco de su derecho a la autodeterminación decidieron cerrar sus fronteras y prohibir el ingreso de foráneos, como respuesta a la inacción por parte de los Estados. Han movilizado a nuestras instituciones de vigilancia y guardia indígena para que se respete el cierre de sus fronteras.

Abordando distintos aspectos, el texto menciona por ejemplo que en Chile, el pueblo mapuche en la Araucanía decidió impedir la entrada a turistas que aprovechaban las prohibiciones en la capital para ir a vacacionar. Esta misma dinámica se ha repetido en las zonas turísticas de México, donde se están organizando para impedir la entrada de foráneos sobre todo en Yucatán y Quintana Roo que son balnearios. Por otra parte, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) cerró el acceso a sus “caracoles” o centros de autogobierno en Chiapas. Otros pueblos hicieron lo mismo a través de sus asambleas comunitarias en el estado de Morelos.

Las organizaciones reconocen que quedarse en casa no es factible para los y las migrantes indígenas.

En cuanto a las medidas de protección refieren que en general se está cumpliendo con el lavado de manos frecuente, en la medida de lo posible. Mas allá, en Canadá por ejemplo, la comunidad Innu de Uashat tomó medidas de urgencia como la construcción de una garita para restringir la entrada y la salida de individuos hacia y desde la comunidad. Los jefes se comunican con la comunidad a través de videos publicados en redes sociales para informar a las personas sobre las medidas tomadas y sobre los servicios accesibles para el pueblo.

Otras acciones adoptadas son la distribución de productos desinfectantes, mascarillas de protección,guantes, entre otros además de establecer un toque de queda para evitar las fiestas y las reuniones.

Por su parte, la nación Cree de Pimicikamak, tiene restringido el acceso de personas a la comunidad. La medida fue adoptada por muchas comunidades indígenas de aquel país. Incluso, se habla de suspensión de las ceremonias tradicionales y funerales con más de diez personas. Este cumplimiento se da en consideración a las y los integrantes de los pueblos que pertenecen a poblaciones de alto riesgo, incluidos los adultos mayores que también son los guardianes de las lenguas indígenas, señala el informe.

En cuanto a las respuestas indígenas ante la pandemia, en Estados Unidos, el Departamento de Salud de Pueblo Navajo cuenta con un mapa interactivo de registro epidemiológico, una línea informativa de ayuda para asesoría médica y psicológica, y se encuentran recaudando fondos de ayuda para la población indígena. No obstante, no se cuenta con datos de género desagregados.

La Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP) ha desplegado una plataforma de acción en tres ejes estratégicos que abarcar el diálogo con el Estado, además de pesquisas con información de la afectación de la pandemia a los pueblos.

La realidad en las Américas es que gran parte de los Estados no cuentan con data diferenciada por pueblos indígenas de personas infectadas o fallecidas por COVID-19.

El texto elaborado por CHIRAPAQ Centro de Culturas Indígenas del Perú y el
Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA) cita un artículo de The Lancet que recomienda a los Estados, la necesidad de contar con data diferenciada por grupos étnicos para determinar posibles factores de riesgo y, con ello, hacer una evaluación, seguimiento y estrategias adecuadas para estos grupos.

El informe destaca que “Las mujeres indígenas en diferentes países de la región ponemos en práctica la medicina ancestral y nuestros conocimientos etnobotánicos para fortalecer el sistema inmunológico y prevenir enfermedades respiratorias”, es relevante el cuidado de la espiritualidad.

En México y Perú las mujeres indígenas están produciendo mascarillas haciendo uso de elementos naturales como la hoja de palma.

En todas las Américas, los pueblos indígenas han recurrido a las radios comunitarias y el uso de altoparlantes para informar a la población indígena en nuestras lenguas sobre cómo prevenir el contagio. Esta demanda ha impulsado a que muchos gobiernos se vean obligados a traducir sus mensajes también en lenguas indígenas.

De acuerdo a los reportes desde las organizaciones del ECMIA, son escasos los mecanismos de atención a las víctimas de violencia familiar y de género desde los Estados y las propias organizaciones y comunidades indígenas. El documento de carácter internacional deja ver que en México, en plena

contingencia del COVID-19, el gobierno dejó sin recursos las Casas de la Mujer Indígena y Afromexicana (CAMIs). Por otra parte, las organizaciones del ECMIA señalan que la presencia del ejército y la policía, tanto en zonas urbanas como rurales, las expone a otras formas de violencia ejercidas desde el Estado.

Entre las violencias registradas ubican en Oaxaca el registro de un feminicidio infantil. Una bebé indígena de seis meses fue asesinada después de una agresión sexual. (Fuente: Proceso, 6.04.20). Una mujer de 25 años que se ganaba la vida haciendo mandados a personas en cuarentena fue asesinada durante un robo este día en calles de Cosoleacaque, en el estado de Veracruz (Fuente: Diario Crónica de Xalapa, 15.04.20). En esta nota podemos agregar desde La Dekonstrucción que se registró en Cochoapa el Grande municipio de la Montaña de Guerrero el feminicidio de una joven na savi así como la agresión y desaparición de una mujer de ese mismo municipio.

En materia laboral, las mujeres indígenas que laboran en restaurantes o tiendas de abasto señalan que su sueldo se ha reducido a la mitad o han sido despedidas. Por otra parte, el cierre de los mercados tradicionales o tianguis ha dejado a cientos de mujeres indígenas sin su principal sustento económico.

Las recomendaciones que hace ECMIA son:

1. Garantizar la participación plena, representativa, informada y efectiva de las mujeres indígenas y nuestras organizaciones en el diseño, la ejecución, el seguimiento y la evaluación de las medidas para enfrentar la emergencia sanitaria y mitigar sus efectos en el contexto post-crisis.

2. Respetar y apoyar las iniciativas de las mujeres y juventud indígenas en materia de cuidado de los y las integrantes de su comunidad, sea espiritual, emocional, nutricional y medicinal por medio de prácticas tradicionales y mecanismos propios.

3. Desagregar los datos sobre personas infectadas, recuperadas y fallecidas por pueblo indígena, así como género y edad en el caso de que no fuera así, y brindar mayor información sobre las comunidades y territorios indígenas afectados.

4. Diseñar protocolos para ingresar a las comunidades indígenas que se han aislado al momento de realizar entregas de alimento, materiales informativos o de protección, entre otros, a fin de evitar el contagio. Asimismo, que estos se realicen en consulta con las autoridades comunales, considerando la participación de equitativa de mujeres y jóvenes indígenas.

5. Diseñar protocolos de atención a la población indígena desplazada por la pandemia, tomando en cuenta las recomendaciones de los organismos de derechos humanos y Naciones Unidas.

6. Difundir información completa sobre prevención, protección y síntomas de la enfermedad por COVID-19, así como las acciones a tomar en caso de infección, en lenguas indígenas no sólo por medios virtuales, teniendo en cuenta la falta de acceso a internet o electricidad en muchas comunidades y a las personas que no leen su lengua. Potenciar las iniciativas de comunicación de las mismas mujeres y juventud indígenas y sus organizaciones.

7. Garantizar que el personal de salud y funcionarios del estado que tengan contacto con los pueblos indígenas esté libre de COVID-19.

8. Garantizar el transporte desde las comunidades hacia los centros de salud para que las mujeres indígenas puedan recibir atención oportuna en salud materno-infantil cuando fuera indispensable y, de lo contrario, promover los cuidados con medicina tradicional y el trabajo de las parteras indígenas.

9. Proporcionar a los centros de salud que atienden población indígena de los implementos de protección necesarios, así como pruebas para hacer descartes tanto en el personal de salud, policial y militar, como en las personas indígenas.

10. Establecer subsidios económicos específicos para pueblos indígenas que garanticen el acceso a las necesidades básicas durante la emergencia y que contribuyan a la reanudación de las actividades económicas a mediano y largo plazo, con énfasis en mujeres y juventud indígenas y con un enfoque intercultural y de género.

11. Garantizar que la asignación de recursos adicionales a la atención a salud en el contexto de COVID-19 no perjudique la continuidad de los programas sociales y otros servicios públicos que benefician a las mujeres y pueblos indígenas.

12. Respaldar la petición de las autoridades indígenas y actores sociales diversos del continente de crear un Fondo de Emergencia para los Pueblos Indígenas, con el fin de garantizar las condiciones para atender a las demandas urgentes de las comunidades ante el COVID-19.

13. Elaborar estrategias de educación con pertinencia sociocultural para comunidades indígenas, en donde no hay acceso a internet, computadoras o electricidad, de modo que la niñez y la juventud indígena pueda continuar estudiando en los diferentes niveles de enseñanza.

14. Fiscalizar de cerca las acciones de las fuerzas militares y policiales al momento de hacer cumplir las medidas contra el COVID-19 con pueblos indígenas, en especial con mujeres indígenas, para para poner fin a todas las formas de represión y violencias y garantizar un trato digno.

15. Coordinar con las organizaciones y directivas comunales indígenas para apoyar, establecer y fortalecer estrategias y mecanismos de prevención, atención y protección a las mujeres, juventud y niñez indígenas que se vean afectadas por violencia, incluyendo casas de acogida gestionadas por mujeres indígenas y redes de vigilancia comunitaria; informar con pertinencia cultural y en lenguas indígenas sobre cómo proceder en situaciones de violencia basada en género; promover pautas de convivencia en los hogares a través de contenidos curriculares que se están difundiendo; preparar al personal médico y promotoras/es comunitarias que están saliendo a las comunidades para dar información sobre el COVID-19, para que también difundan información sobre prevención y protección frente a la violencia de género.

Fotos archivo: Carlos Maruri