Por: Ámbar /Opinión / 18 de abril de 2020
Estamos en una contingencia que exige que las autoridades sanitarias e instituciones públicas garanticen el acceso a un derecho universal: el derecho a la salud, sin embargo veo como esta emergencia viene a exhibir las incompetencias resolutivas e incapacidades para trabajar por y para el pueblo, tomando como ejemplo la situación del municipio indígena de Tlapa de Comonfort, Montaña de Guerrero.
Mi propósito con estas palabras es que quienes estén ocupando un lugar como funcionario (a) o servidor (a) público (a) y ganando un sueldo con las aportaciones del pueblo tomen consciencia del cargo que ocupan y se dejen de demostraciones presuntuosas para quedar bien con Héctor Astudillo Flores o con Carlos de la Peña Pintos, gobernador y secretario de salud respectivamente.
Quiero expresar que pese a lo vulnerable que está el sistema de salud municipal en Tlapa de Comonfort, hoy hace frente a esta contingencia, ya que en las unidades médicas no se cuenta con el material básico de protección como son: cubrebocas, gorros, botas, guantes, no hay neumólogos ni especialistas en enfermedades respiratorias, el poco material que tienen es por las buenas y muy agradecidas intenciones de la sociedad civil, quienes se han puesto la camiseta de la solidaridad.
“Los jefes”, que tienen la obligación de gestionar dichos recursos e implementar las adecuaciones de los protocolos de atención, andan usando inadecuadamente el cubrebocas, haciendo shows de sanitización, tomándose fotos con personajes políticos como si esperasen un tributo de la población. El lunes 13 de abril se inició una campaña de sanitización por las principales calles e instituciones públicas y privadas de Tlapa, lo cual es tanto recomendable como necesario, además ése es el deber de un jefe jurisdiccional. Me pregunto ¿Dónde está el presidente municipal Dionicio Pichardo, haciendo videos desde su casa de Puebla? ¿Acaso ya se fue a exiliar a otro Estado? Este viernes 17 de abril emitió un video desde un espacio privado, comunicando a la población acerca de un nuevo caso positivo en la cabecera municipal y sigue exhortando a quedarse en casa, exhortos que miles de personas hemos hecho en calidad de civil.
En cuanto a la regiduría de salud y dirección de salud, me pregunto ¿cuáles son las medidas de contención sanitaria que están implementando Anayeli Manzano Mosso, directora de salud, realmente quieren informar a la población o pretenden enaltecer su nombre en el perifoneo como si fueran tiempos electorales? Se han instalado módulos en el puente de Ahuatepec Ejido, cuya función del personal de enfermería de la SSA (Secretaría de Salud) sólo es preguntar si los viajeros traen síntomas asociados al Covid-19, sin material de protección necesario y con mucha limitación a seguir un protocolo de atención sanitaria en caso de detectar un caso sospechoso.

En el ayuntamiento se han tomado tan en serio la frase “quédate en casa” que por ningún lado se les ha visto, en cambio a quienes sí veo son al personal de limpieza, sin protección adicional a su overol de color fluorescente y un cubrebocas para todo un día de trabajo. Si hay alguien en alguna oficina sólo está para decir “después del 20 de abril lo podrán atender”, mientras no hay opción más que irse a su casa con su problema.
Esta crisis está sacando lo mejor y lo peor de nosotros como individuos y como sociedad, hay personas que están siguiendo las indicaciones por consciencia de autocuidado y cuidado a los suyos, otras muchas se suman a la donación que está a su alcance tanto al personal de salud como a otros grupos vulnerables, hay quienes han emprendido iniciativas de consumo local, producción de huertos urbanos para autoconsumo, y más; pero hay otras que siguen sumergidas en la ignorancia y actuando según su limitada mentalidad que cree que todo gira en torno a temas de carácter político, otras propagando la pandemia del miedo a través de seguir y difundir noticias falsas; pero hay algo que desde mi opinión no se compara con esto, es la negligencia e insuficiencia en la ejecución de responsabilidades-obligaciones de los que hoy se ausentan como autoridades, pues esto es una traición a nuestros hermanos y hermanas de la Montaña ante esta emergencia.
Traicionan al no gestionar y no conseguir que se instale en este municipio un Hospital especial para pacientes infectados por el virus sars-covid- 19, traicionan cuando pese al número de la población regional el hospital general únicamente cuenta con un respirador de oxígeno y no más de 10 camas para pacientes infectados, traicionan al no ampliar y equipar alguna unidad de salud ya
existente para estos pacientes, traicionan al no tener una coordinación entre la Jurisdicción 04 Montaña, el ayuntamiento municipal, la Cruz roja, protección civil, el 93 Batallón de infantería del Ejército, seguridad pública municipal, ya que no han unificado criterios para prevenir y atender a la población, cada quien está haciendo lo que creen es mejor y se les agradece pero no es suficiente. Traicionan al permitir que un menor de edad cuide el acceso al Hospital General, totalmente expuesto a un riesgo de contagio.
La ausencia de los regidores del ayuntamiento de Tlapa se hace más visible con el silencio y la indiferencia, ¿no es en estos momentos donde más deben estar? así como cuando están en tiempos electorales. La violencia familiar está en aumento durante este confinamiento, según el Instituto Nacional de las Mujeres a nivel nacional han aumentado un 60% las llamadas de mujeres que solicitan auxilio para ser contenidas emocionalmente por este fenómeno. Pero en la Montaña las mujeres no sabrían a dónde o a quién acudir porque el personal que está para esa atención está en su casa.
En Tlapa se concentran poblaciones indígenas de distintos grupos originarios (nahua, me´phaa, na´savi) que continúan vendiendo los productos de sus cosechas maíz, frijol, calabaza, semillas, principalemente, y que ante la baja venta se regresan a sus pueblos a veces sin comer en todo el día; ¿sería exagerado pensar que los regidores donen su sueldo íntegro para adecuar espacios como comedores comunitarios para esta población y hacerlos funcionar con las medidas sanitarias necesarias? ¿No es acaso facultad de la secretaria de seguridad pública municipal implementar operativos para hacer respetar las medidas de restricción de movilidad?
Que este escrito llegue a quienes tienen facultades y las ejecuten en pro del pueblo, para que instruyan a los altos mandos de este Municipio y se pongan a trabajar, no es momento de buscar estrategias para salir beneficiados económica, sindical o políticamente, no es momento de joder a los más jodidos, lo cual es lo más vil y deshumano que pueden hacer y de hecho lo están haciendo.
El personal de salud está enfrentando los miedos más irracionales y ansiedades antes desconocidas pero no traicionan, ahí están y estarán para atender a quien los necesite, comprando sus equipos de protección, cooperando económicamente para equipos de atención médica básicos y necesarios, siendo objetos de burla por el aspecto que les da usar batas, anteojos especiales, cubrebocas y gorros, estarán aunque no los dejen subir al microbús, aun así estarán para atender a las personas que los discriminan por su ignorancia y miedo combinados.
Esta situación deja dicho quién es quién, ése es el sentido de las crisis.
Como parte de esta comunidad los invito a que se unan a los buenos propósitos para construir con acciones que sumen, reflexionemos si estos funcionarios merecen la pleitesía que les rinde la sociedad, pues con sus actos estan traicionando al pueblo que los llevó a donde hoy están, ganando sueldos ostentosos y llevando una vida cómoda porque ellos si se pueden quedar en casa.
Independientemente del partido que “representen” o ¿acaso ése es el problema? que están ahí por ser cargos de confianza y soldados para el gobernador, están atados de manos por eso no exigen que se les atienda al personal de salud y a la población como la emergencia lo amerita, en fin, no están haciendo nada que realmente tenga un impacto en la atención médica que se requiere en nuestra olvidada y muy amada región Montaña.