Ante avance del crimen organizado, mujeres piden vigilancia comunitaria para evitar ataques a mujeres y niñas, asimismo llaman a la solidaridad de las mujeres del mundo y se declaran en resistencia.

En medio de disputas de transportistas, mujeres de las regiones de Chiapas ven amenazada la paz de sus vidas y la de sus familias.

Alarma profunda causa la deforestación descontrolada, la expansión de la ganadería extensiva y el monocultivo de palma de aceite, prácticas que causan graves impactos ambientales como la pérdida de bosques, la contaminación del suelo y del agua.

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V Asamblea del Movimiento de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra y Nuestros Territorios

San Cristóbal de las Casas., Valle de Jobel, Chiapas, México. Cideci-Unitierra.
23 y 24 de marzo del 2024

A las mujeres que se organizan y luchan por la vida
A quienes defienden los derechos de los pueblos, las mujeres y Madre tierra
A la sociedad civil que construye otros mundos posibles

Mujeres de Chiapas, provenientes de las regiones Zoque, Tsotsil, Tseltal, Ch’ol, Costa, así como mujeres de Centroamérica y Sudamérica; incluyendo El Salvador, Costa Rica, Venezuela, Argentina, también mujeres de Alemania y el País Vasco nos reunimos para analizar, reflexionar, compartir, aprender y sanarnos colectivamente en la V Asamblea del MMDMTyNT. Compartimos nuestra palabra común:

Las jóvenes de las distintas regiones de nuestro estado, hemos identificado el problema del crimen organizado en Chiapas, el cual ocasiona inseguridad y violencia. Nos alerta especialmente el hecho de que niñas y mujeres jóvenes seamos mayormente las afectadas, lo que nos genera cada vez más incertidumbre al salir. Nos dan miedo los hombres que acosan y abusan de nosotras. Por ello, queremos que haya más organización, responsabilidad y vigilancia comunitaria con el fin de evitar que nos violenten a nosotras y a nuestra comunidad.

Nosotras, mujeres de la región Zoque de Chiapas, levantamos nuestra voz frente a los graves desafíos que enfrentamos en nuestros territorios y comunidades. Sentimos angustia por la presencia del crimen organizado y los recientes enfrentamientos entre organizaciones del transporte público como la COTECH y la CIOAC que nos colocan en medio de sus disputas, amenazando la paz de nuestras vidas y la de nuestras familias. Además, nos alarma profundamente la deforestación descontrolada, la expansión de la ganadería extensiva y el monocultivo de palma de aceite, prácticas que causan graves impactos ambientales como la pérdida de nuestros bosques, la contaminación del suelo y del agua. Hacemos un llamado a la solidaridad y a la unidad de todas las mujeres y comunidades para proteger nuestra tierra, nuestros derechos y asegurar el bienestar de las futuras generaciones.

Desde la región Selva-Palenque, nos preocupa la violencia física, emocional y psicológica que estamos viviendo por la destrucción de la selva que está generando el mal llamado Tren Maya, el cual ocasiona la desaparición de los animales, las plantas medicinales, los ríos y los alimentos que nos da la Madre Tierra. Denunciamos las desapariciones y levantones que está perpetrando el crimen organizado, no vamos a quedarnos calladas ni a normalizarlo. Las mujeres no queremos acostumbrarnos a sentimos inseguras al salir de nuestros lugares de trabajo o al salir a trabajar al campo.

En la región zona Altos, tseltal y tsotsil estamos viviendo una situación muy difícil por el incremento de grupos armados. Hay miedo cada vez que cortan la luz y bloquean los caminos, porque anuncia emboscada y enfrentamiento entre grupos del crimen organizado. Cada vez hay más armas y rifles. Hay desmonte y destrucción de cerros para sacar grava y piedra. Hay cada vez más contaminación de ríos y manantiales, hay escasez de agua, que provoca enfermedades intestinales, de la vista y de la piel. Existe consumo de drogas en los jóvenes, hay acoso sexual hacia las muchachas en la comunidad. La empresa Coca Cola está extendiendo las concesiones de agua, mientras hay mayor abandono al tratamiento del agua por la incompetencia de instituciones públicas.

En la región Costa, nos enfrentamos a desafíos similares a los de otras regiones en relación con la delincuencia organizada y la desaparición forzada. Esta situación nos afecta profundamente, ya que nuestr@s hij@s van a la escuela y tenemos miedo de que desaparezcan. Además, nos preocupa el aumento de la militarización con la Guardia Nacional donde hay concesiones mineras, represas, la entrada de empresas como las granjas Bachoco, el megaproyecto del Tren Interoceánico, el gasoducto. Nos inquieta el problema de la contaminación de las aguas por el drenaje. Nos sentimos inseguras, tememos a que nos despojen de todo, que el agua se contamine o se lo lleven las empresas.

Todas las mujeres coincidimos en pedir respeto por nuestra cultura, nuestras lenguas, nuestra forma de alimentación arraigada a la tierra, queremos unirnos y caminar juntas a través de la siembra de cultivos más amorosos con la tierra.

Consideramos urgente y necesario promover la concientización de la sociedad en el cuidado y uso responsable del agua, el mal gobierno no tiene interés en la regulación de leyes y normas que protejan el agua. Merecemos agua de calidad para nuestras familias, comunidades y pueblos; agua para la vida. Nos estamos organizando para el cuidado de los ríos y reforestación de los territorios.

Como mujeres jóvenes, proponemos a nuestras compañeras que nos organicemos para crear estrategias de seguridad entre nosotras con la esperanza de vivir con seguridad y salir sin miedo a las calles.

Como mujeres organizadas, es importante y necesario estar informadas, seguir pronunciándonos y dar a conocer lo que sucede. No podemos quedarnos calladas. Es importante mantener las asambleas comunitarias y visibilizar la situación que pasa en cada comunidad. Buscar a más mujeres para organizarnos. Generar propuestas para la vida, el cuidado entre comunidades y hacia la Madre Tierra.

Convocar a más mujeres y jóvenes para estar enteradas y unir fuerzas y no sentirnos solas ni pequeñas, sino que más fuertes. Esperamos que nuestra palabra sea escuchada y difundida. Que el amor por la vida nos de la fuerza para seguir luchando.

No permitiremos que nuestr@s hij@s sean presa fácil de la delincuencia organizada y se nos despojen de nuestros territorios. A la sociedad le pedimos que se una a nuestra lucha. Llamamos a la acción para tener más fuerzas. Invitamos a las mujeres y defensoras de la Madre tierra y los territorios a nuestra lucha por la vida. Tenemos dignidad y confianza en que las mujeres, las comunidades, barrios y organizaciones civiles hagamos y seamos una red para poder enfrentar esta ola de violencia sistemática. Tenemos la esperanza de habitar en nuestros espacios sin miedo, hambre y sin sangre.

Tierra Madre y territorio somos una. Juntas y organizadas venceremos

Atentamente:

Colectivo Defensoras de Nasakobajk, Zona zoque
Colectivo Tsijilba Bij (Nuevo camino) Zona Selva Ch’ol y tseltal
Red de Mujeres de la Costa en Rebeldía, Zona Costa
Colectivo familiar Mujeres, Zona Altos tsotsil
Colectivo Nichim, Zona Altos tseltal
Colectivo Antsetik Ts’unun. Zona Altos