La Dekonstrucción/Chilpancingo
Los principales planteamientos que las y los integrantes del Parlamento Juvenil 2022 llevaron a la tribuna del Congredo de Guerrero, fueron contundentes en la preocupación por los feminicidios, la Seguridad Pública, la falta de oportunidades de empleo, el rezago en la impartición de justicia, los matrimonios forzados, y las carencias en el sistema de salud que a su vez limita los derechos reproductivos y sexuales.
Fue el viernes, cuando jóvenes de todo el estado, -que por primera vez fueron electos democráticamente en sus regiones- en la máxima tribuna del estado hablaron de los temas, que dijeron, limitan su desarrollo y afectan su entorno.

Parlamentaristas como Denisse Arantza Ayala Flores se refirieron a los feminicidios ocurridos en la región Montaña de donde es proveniente, los cuales reprochó que estén en la impunidad.
Ayala Flores aseguró que municipios como Tlapa tiene un rezago importante en la judicialización de las carpetas de investigación que iniciaron por feminicidios. Habló del caso específico de los feminicidios de Kenia López Flores y Abelinda Olivares López asesinadas en una comunidad de Copanatoyac, “en dicho imperfecto sigue un feminicida sin sentencia”.
Además de las agresiones a las mujeres, dijo que ya la seguridad pública en la región de la Montaña alta de “los índices de inseguridad han aumentado catastróficamente”, y que esa crisis a ampliado la desconfianza a los Ministerios Públicos, policía municipal, estatal y la policía de investigación ministerial, corporaciones que dijo no tienen credibilidad.
Criticó también fuertemente que las estrategias en materia de seguridad de los tres niveles de gobierno “no han dado resultados, nos encontramos en desamparo, vivimos en una incertidumbre cada día incrementan más las estadísticas de delitos graves”.
Otro tema que fue expuesto en tribuna, de una manera sentida por la parlamentarista Sandra Monserrat Castrejón Zaragoza fue la trata de niñas o matrimonios forzados que ocurren principalmente en municipios indígenas de la región Montaña.
Sandra Monserrat Castrejón exigió a las autoridades estatales que impidan estos delitos y que ya no se permita que sean justificados por “supuestos usos y costumbres, porque ninguna costumbre puede estar por encima de la ley”.
“Es un tema muy doloroso para nosotras las mujeres, no es posible que nosotras tengamos derechos que ellas en las zonas indígenas no tienen” como el acceso a la educación y a la planificación familiar, porque sus usos y costumbres las limitan desde sus familias.
Otros parlamentaristas hablaron de las deficiencias en materia de salud y la precariedad y falta de garantías en las que deben trabajar médicos y enfermeros, José Alfredo Bautista Molina habló de la precariedad de los servicios de salud y la falta de condiciones, insumos, y garantías laborales para la mayoría de los trabajadores del sector.
Emiliano Rojas Rivas, hijo de la médico desaparecida y asesinada Adela Rivas Obé, planteó en tribuna impulsar “un grupo de juventudes guerrerenses destacadas”, con diez integrantes, también lamentó “la triste situación a la que se nos relega siendo utilizados y mancillados por intereses individuales y mezquinos de supuestos liderazgos políticos; también como juventud vivimos en un triste panorama en la que lamentablemente el sector joven con aspiraciones de tener movilidad social ascendente es arrebatado por la opulencia ilícita del crimen organizado”.
En el salón de plenos del Congreso local se colocaron dos banderas de la comunidad LGTB, sector al que también se les incluyó en la conformación del parlamento juvenil, Ronaldo Calderón Villa propuso impulsar la generación de mecanismos que velen por los derechos de todas las mujeres, ya sean indígenas afromexicanas o transexuales, siempre garantizando los derechos humanos, y lanzó un mensaje a los “grupos y partidos conservadores que los prejuicios morales y religiosos, no deben entrar aquí, y no van a decidir por nosotros”.
