Indígenas en Alianza
La maestra Reyna Mejía Morales nació en Tlapa de Comonfort, Guerrero el 6 de septiembre de 1971 su familia llegó a vivir al Corazón de La Montaña provenientes de Potoichán, municipio de Copanatoyac, para buscar un trabajo digno y poder sobrevivir.
De origen popular, su infancia fue hermosa, ya que fue una etapa de juego, de diversión y de responsabilidad hacia los quehaceres domésticos, un periodo de mucho gozo, según relatos familiares.
La mujer Na Savi, considera que los pueblos originarios han sido olvidados, marginados, que no han tenido espacios dignos de participación política ni de representación auténtica, que les niegan apoyos, han sido discriminadas desde tiempos remotos.
Como integrante de la etnia Na Savi ha hecho todo lo posible para que sus hermanos y hermanas tengan mejores oportunidades, tengan derechos, tengan garantías.

Eligió la profesión de educadora por su sensibilidad hacia la niñez indígena, la docencia era el camino, era la opción para subsistir como profesionista en un contexto de pobreza.
Como maestra desarrolló una conciencia sobre las condiciones en que viven las comunidades indígenas, como promotora cultural bilingüe recorrió toda la región contribuyendo a erradicar la ignorancia, promoviendo el conocimiento y el saber.
En ese quehacer se dio cuenta sobre la forma de vida de la gente. “Cuando una maestra se va a las comunidades se da cuenta de las carencias, de las necesidades, por ejemplo, las de tipo productivo o de infraestructura social”.
Su papel como educadora le hizo ingresar a la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), organización democrática de maestros, en cuyo seno desarrolló una activa vida sindical militante.
La CETEG se ha caracterizado por su vínculo estrecho con los pueblos originarios, ejerciendo solidaridad y apoyando la solución de sus necesidades.
La maestra Reyna, fiel a la divisa de que una educadora no solo debe ser de horario sino de trabajo comunitario se decidió también a realizar gestoría, habilidad que aprendió al conocer y acercarse a la histórica mesa de resistencia civil que presidía el legendario luchador social Juan Basurto Martínez (A) Don Juanito, en el zócalo de Tlapa.
En la comunidad de Buena Vista gestionó y logró la obtención de una clave de un centro de trabajo después de una ardua labor, también se preocupó por la apertura de calles conformando comités y coordinándose con autoridades comunitarias para la solución de dichas problemáticas.
Incluso en una comunidad, los pobladores se organizaron para elaborar una placa con el nombre de Reyna Mejía Morales, estampándola en la entrada del pueblo como un gesto de agradecimiento a su labor de gestoría comunitaria.
Su apoyo a las comunidades también abarcó la gestión de instrumentos musicales para las bandas de viento, cercado de escuelas, entre otras. Todo lo anterior, bajo una convicción de ayuda al prójimo sin pedir nada a cambio.
Esa vocación de servicio al otro se comprende mejor si se considera que proviene de una familia de promotores del cambio social, pues también su hermano mayor Gaudencio Mejía Morales fue un activista indígena, asesor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en su momento, y quien al fallecer de complicaciones por COVID en 2020 fungía como Director de la Radiodifusora Indigenista XEZV “La voz de La Montaña”, con sede en Tlapa de Comonfort, Gro.
Gaudencio Mejía Morales, en sus últimos días fue un convencido obradorista, dejando su legado a los pueblos originarios de Guerrero y en particular su influencia a su hermana menor, Reyna Mejía Morales.
Su trayectoria de lucha social, su pensamiento de izquierda la llevó a una simpatía y cercanía hacia el ingeniero Félix Salgado Macedonio, destacado por su humildad y sencillez, con sensibilidad social.
Félix Salgado Macedonio se caracteriza por su actitud solidaria con la lucha magisterial como cuando visitaba los plantones de los maestros en la Ciudad de México, saludaba las luchas de los maestros y los respetaba.
Habiendo esos antecedentes, la maestra Reyna Mejía Morales no dudó ni pensó dos veces en apoyar por tercera ocasión al Toro Sin Cerca para aspirar a la gubernatura de Guerrero, desarrollando diversas tareas y comisiones, destacando su papel protagónico como dirigente de mujeres en La Montaña.
Con 33 años de vida militante y ubicando sus orígenes en el magisterio, siempre ha sido de lucha y de izquierda, al lado del pueblo.
Con Félix estuvo hasta el final en su intención de ser gobernador de Guerrero. Cuando por razones externas inhabilitaron al Toro sin Cerca, su determinación de contribuir a la transformación se redirigió hacia Evelyn Cecia Salgado Pineda.
Con las mujeres todo y sin las mujeres nada es la consigna. Ahora ella ha sido designada como Secretaria de Asuntos Indígenas y Comunidades Afromexicanas (SAICA), por la gobernadora de Guerrero, Mtra. Evelyn Cecia Salgado Pineda.
La razón es un reconocimiento a su labor como luchadora social, una confianza en una persona humilde y sencilla, un alto encargo para decir ¡Nunca más un Guerrero sin la participación de las mujeres indígenas!
Sabedores de que asumirá su función con responsabilidad, honestidad, atención incluyente y puntualidad en la gestión de peticiones, se espera que asuma el compromiso de trabajar por el bien de los pueblos originarios, enalteciendo el papel histórico de las mujeres indígenas. Enhorabuena.