Diana Fernanda Cortés Tovar

AIDS Healthcare Foundation (AHF),  llamó a los países latinoamericanos a adoptar lo antes posible una estrategia de respuesta a la COVID-19, que esté basada en criterios uniformes y evidencia científica para frenar los aumentos continuos e incontrolados en los nuevos casos y muertes por coronavirus ya que, con más de nueve millones de casos  y  347 mil muertes, América Latina y El Caribe es considerada el epicentro de la pandemia y se requieren medidas urgentes para proteger la seguridad regional de los sistemas de salud pública, respetando los derechos humanos fundamentales de la vida y la salud de todos los latinoamericanos.

Al ser una organización internacional que trabaja para acabar con el sida en el mundo, sus programas y centros de atención médica se han visto directamente afectados ante otros brotes de enfermedades infecciosas a lo largo de los años por lo que, la falta de coordinación entre los países, las diferencias en la comunicación y la ausencia de un plan de respuesta a la pandemia actual que esté unificado para la región de América Latina, le resulta alarmante y la ha llevado a solicitar a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) unirse a su llamado e instar a los gobiernos de América Latina a implementar un plan de rescate, basado en criterios cimentados en evidencia científica ante la pandemia; entre los que destacan:

  • Reanudar las actividades económicas de una manera planificada y estratégica, basada en evidencia científica con datos confiables que brinden información precisa para tomar decisiones oportunas que protejan la salud pública.
  • Preservar vidas e implementar un plan de preparación para limitar la pérdida de vidas en brotes futuros.
  • Implementar un marco de respuesta con criterios unificados y coordinados para la región, que evite la difusión de información y directivas contradictorias desde la salud pública.
  • Ampliar el acceso a las pruebas de PCR para el diagnóstico oportuno de los casos activos de COVID-19.
  • Implementar sistemática y metódicamente la búsqueda de casos, el seguimiento de contactos y las medidas de aislamiento.
  • Garantizar el acceso universal y gratuito a la atención médica para todos los afectados, así como el tratamiento y las vacunas, cuando estén disponibles.
  • Promover el uso correcto de las máscaras protectoras entre el público en general.
  • Comunicar al público, de manera clara y accesible, la información sobre higiene personal y control de infecciones, que se adapte a su contexto socioeconómico, su nivel de riesgo, exposición y comorbilidades.
  • Ante una crisis económica sin precedentes, combatir el hambre y proporcionar ayuda alimentaria a los grupos más vulnerables.
  • Implementar medidas para preservar el progreso logrado en el control del VIH, la tuberculosis, la malaria, el dengue, el cólera y otras enfermedades infecciosas transmisibles.
  • Garantizar el acceso y la disponibilidad de equipos de protección personal (EPP) para los trabajadores de la salud, la capacitación adecuada en su uso y el acceso a las pruebas de diagnóstico.
  • Promover la conciencia social y tomar medidas para prevenir el estigma y la discriminación hacia los trabajadores de la salud, las personas infectadas con COVID-19 y aquellos que se han recuperado.

Así mismo, la Fundación mencionó que la situación se vuelve mucho más compleja para México ante la poca coordinación y la falta de liderazgo que  existe en el país,  y criticó la responsabilidad del cuidado que  recientemente se depositó en cada mexicano, luego de que al 29 de julio, México ocupará el 13° lugar en mortalidad por COVID-19, con cerca de 45 mil decesos.