–El documento contiene una serie de orientaciones dirigidas a la prevención y la mitigación en explotaciones agrícolas en la región.
México. La OIT presentó una nueva guía con orientaciones para la prevención y mitigación del COVID-19 en explotaciones agrícolas de América Latina y el Caribe, con el objetivo de proteger a trabajadores que corren un alto riesgo de contagiarse, lo cual incluso podría afectar la seguridad alimentaria de algunos países.
La Oficina Regional de la OIT, la Oficina de México y Cuba y la iniciativa Fondo Visión Cero (VZF) diseñaron la “Guía práctica para la prevención y mitigación del COVID-19 en la agricultura” para abordar el impacto de la pandemia en un sector con altos niveles de informalidad y un acceso limitado a los servicios de salud y de protección social.
“Priorizar la salud y seguridad de mujeres y hombres que trabajan en el campo es más importante que nunca. En este caso hemos puesto el foco en la agricultura, un sector de vital importancia que provee de alimentos e insumos a toda la población”, señaló Rodrigo Mogrovejo, asesor técnico Principal de VZF para la Oficina de México y Cuba.
Además del impacto social que puede causar el contagio en el campo, la guía recuerda que “el suministro de alimentos es una actividad esencial y crítica que debe garantizarse especialmente en estados de emergencia sanitaria”.
Las orientaciones de la guía están dirigidas a trabajadores (mujeres, hombres, permanentes, temporales, jornaleros y migrantes), empleadores y empresas de otros sectores vinculados a explotaciones agrícolas grandes, medianas y pequeñas, cooperativas y explotaciones familiares.
La guía se aplica a todos los trabajadores y trabajadoras “cualquiera sea su condición de contratación, y cumple con los principios de igualdad y no discriminación”, destaca el documento. Por otro lado, las recomendaciones son aplicables más allá del lugar de trabajo y “se extienden en forma genérica a las viviendas y medios de transporte” hacia los centros de trabajo.
La guía destaca medidas de prevención y mitigación orientadas a: control de acceso, higiene personal, procedimiento de limpieza y desinfección de instalaciones, procedimiento de limpieza de superficies potencialmente contaminadas, personal susceptible o vulnerable, transporte y traslado de trabajadores y manejo del estrés.
También se incluyen una serie de recomendaciones para reaccionar cuando haya casos sospechosos o confirmados de COVID-19 en una explotación agrícola, comenzando por la de no presentarse en el lugar de trabajo para evitar contagios y proceder con medidas de atención, aislamiento y desinfección.
“Es importante recordar que el sector agrícola junto a la ganadería, la silvicultura y la pesca representan más del 25% del empleo total a nivel mundial”, resaltó Mogrovejo.
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