Simitrio Guerrero Comonfort

Esta obra utópica, es profunda, ligera y subversiva, y nos advierte de algo que puede ocurrir.
Y lo más interesante es que esa noticia de lo que puede llegar a ocurrir (la desaparición de los billonarios) según la autora, puede darse cuando la humanidad decida observar la naturaleza y en especial al sistema colectivo y horizontal del trabajo y organización de las abejas.
En el mundo hay 8,100 millones de habitantes, de los cuales solo 3,024 (1%) son billonarios, y estos invisibilizan a los demás (99%) con frases hipócritas como (La desigualdad es nuestro desafío) con tal de tener más poder.

Pero olvidan que el zumbido de una abeja es provocado por el batir de sus alas, doscientas treinta aleteos por segundo, y es gracias a ese zumbido que una abeja nunca está sola. No es distinto la especia humana, es también gregaria como la abeja.

Los parlantes hablan entre ellos todo el santo día, se comunican de viva voz, por escrito, por medios electrónicos o digitales. En fin, el zumbido del lenguaje, nunca deja solo a ninguno, y por so es improbable que alguno se extravié del conjunto de la humanidad.

Si tomamos de ejemplo la estrategia de organización y el sistema del trabajo colectivo y sin jerarquías de las abejas, podremos identificar que las abejas no acumulan exageradamente, como los billonarios, es muy probable que aprendamos a eliminar medidas y patrones neoliberales, y reaprendamos a implementar un sistema de trabajo, organización y de convivencia sana y feliz, total las abejas nos han enseñado por más de 5 mil años que no hay abejas policías, abejas militares, no hay abejas cuidadoras, todas son ejecutivas y todas producen y valen por igual. Y no hay abejas billonarias, no hacen falta. Por eso esta obra señala que al ritmo que zumban las abejas organizadas, trabajando en colectivo, cuidando la naturaleza…no solo salvarán a sí mismas, sino salvarán a la humanidad. Podemos concluir recordando que con el Maestro Eduardo Galeano aprendimos que la utopía sirve para caminar y con la Maestra Sabina Berman la utopia sirve para zzzzzzzzzzzzzzzzz zumbar.