Javier Soriano Guerrero
Hace años, cuando era joven, cerca de la casa donde yo vivía, había un vecino, militar jubilado, con quien platicaba cada ocho días.
En nuestras pláticas salían a relucir nuestras diferencias de pensamiento: él, persona mayor, yo, un joven de 20 años, con muchas ilusiones y esperanzas en el futuro.
Después de más de 50 años de aquellas pláticas aún sigo pensando que nuestro país y nuestro estado se merecen un mejor destino.
Cada 6 años que hay elecciones se renueva la esperanza de que el próximo presidente de la República y el gobernador de Guerrero hagan las cosas mejores que los funcionarios salientes.
Aún así, sigo pensando que México y Guerrero un día saldrán a relucir ante el mundo y se colocarán en el lugar que se merecen a nivel internacional.
Ahora bien, a nivel estatal, los guerrerenses siempre esperamos del gobierno las mejores actitudes y servicios en beneficio de la población.
En mi caso personal, veo que cada día nuestro estado va alcanzando un mejor estadio de bienestar, algunas veces no es tan visible porque nuestro estado es grande, pero los que reciben los beneficios son los que importan.
Desde hace dos años que la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, asumió el cargo más importante en el estado, ha dado atención prioritaria a los habitantes de las comunidades más abandonadas por las administraciones pasadas.
La mandataria ha recorrido y llevado beneficios de toda índole a los guerrerenses que llevan decenas de años reclamando atención. Es ahora que una mujer tomó las riendas del gobierno estatal que se han puesto los ojos en las ocho regiones que comprenden el estado.
Pareciera que una mujer sabe gobernar mejor que muchos hombres que han presidido el Poder Ejecutivo estatal.
Van mis mejores deseos a Evelyn Salgado para que siga mejorando la situación de muchos de nuestros paisanos y de nuestras comunidades en los cuatro años que le restan de su administración. Por lo pronto ya tiene apartado un buen lugar en la historia de Guerrero.
